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Toda la semana |ASUMIÓ SU PAPEL COMO HEREDERA AL TRONO

Realeza: Leonor, de princesa a futura reina en un juramento histórico

El emocionante viaje en el tiempo de la casa española. Desde el inesperado compromiso entre Felipe y Letizia en 2003 hasta el acto solemne de su hija al cumplir su mayoría de edad

Realeza: Leonor, de princesa a futura reina en un juramento histórico

Leonor, resplandeciente al recibir un diploma de honor / Web

VIRGINIA BLONDEAU
Por VIRGINIA BLONDEAU

5 de Noviembre de 2023 | 07:53
Edición impresa

Viernes 24 de octubre de 2003 en Oviedo, España. Felipe, hijo del rey Juan Carlos y por entonces príncipe de Asturias, presidía los premios que llevaban su nombre y que habían sido creados en 1981 para honrar a personas e instituciones por sus aportes a la cultura, la ciencia y la sociedad. Como casi todos los años, el príncipe se acercó hasta la sala de prensa para saludar a los periodistas y la escena no hubiera tenido nada de especial sino fuera porque entre ellos estaba Letizia Ortiz Rocasolano, reportera de la Radio y Televisión Española quien se convertiría en protagonista de la noticia cuando la Casa Real anunció, ocho días después, su compromiso con el propio Felipe. Ese día de octubre hubo señales que decodificamos después: miradas, la amplia sonrisa de ambos y un apretón de manos que duró unos microsegundos más que el adecuado. Pasaron 20 años de aciertos y metidas de patas, de abdicaciones y coronaciones, de grietas, odios y amores pero Letizia y Felipe han demostrado que el amor es más fuerte y el humor, ayuda.

Hace unos días, al cumplirse 20 años de aquel episodio, los ahora reyes recrearon, como actores de un paso de comedia, aquel apretón de manos en la misma sala de prensa y dentro del marco de la edición 2023 de entrega de los mismos premios que ahora llevan el nombre Princesa de Asturias ya que es su hija Leonor quien los preside. Risas, un beso y un abrazo sentido, y el aplauso de los periodistas acreditados sellaron el momento que, en segundos, se convirtió en la noticia del día.

Pero este año en Oviedo, donde se entregan los premios Princesa de Asturias, los ojos no estaban puestos en los reyes sino en dos mujeres: una en el final de su carrera, galardonada por su trayectoria, y la otra, recién asomándose a la vida, y que era la encargada de homenajearla. La actriz Meryl Streep y la princesa Leonor se admiraron mutuamente mientras una y otra decían sus discursos y mostraron calidez y alegría al conocerse.

 

Pasaron 20 años de aciertos y metidas de patas, de abdicaciones y coronaciones

 

Esta edición de los premios Princesa de Asturias tuvieron un significado especial para la familia real ya que preanunciaban un hito que tendría lugar pocos días después: el 31 de octubre Leonor cumpliría 18 años. Y si alcanzar la mayoría de edad para cualquier adolescente es un gran cambio mucho más lo es para ella ya que a partir del martes pasado ya está habilitada para reinar sin necesidad de una regencia.

En nuestra última entrega vimos como el príncipe Christian de Dinamarca se recibía de mayor con una gran fiesta en que las damas lucían traje de gala y diademas. Nada más alejado del protocolo español tan poco dado a las celebraciones con brillo. Pero no se confundan… es cierto que el martes pasado en Madrid no hubo tiaras pero fue el acto más solemne desde la proclamación de Felipe VI. Porque mientras que cualquier adolescente prepara su cumpleaños número 18 con una salida al boliche o un fin de semana con amigas en la playa, Leonor lo ha celebrado jurando la Constitución Española frente a cientos de legisladores e invitados especiales en el recinto más importante de toda democracia: la Cámara de Diputados. Así festejó su mayoría de edad la princesa de Asturias en un día en que no fue ella la protagonista sino la propia Constitución que cumplía ese mismo día 45 años.

Veinte años separan estas fotos / Web

Es esa carta magna, aprobada en octubre de 1978 y promulgada por el entonces rey Juan Carlos a fin de ese mismo año, la que rige los destinos de España y marca el paso de la monarquía. En su artículo 61 es donde se señala que el heredero de la corona, al cumplir 18 años, tiene la obligación de jurar fidelidad. Así lo hizo Felipe en 1986 y así lo hizo ahora su hija.

Y aunque se supone que la monarquía es imparcial, fue un acto político. Qué Madrid se haya visto engalanada con estandartes con la cara y el emblema de la princesa Leonor y que la ciudad haya sido una fiesta fue posible porque el alcalde de la capital española pertenece al Partido Popular que es, por lo menos en esta etapa, decididamente monárquico. Y aunque el partido gobernante, el socialismo, no lo exprese tan abiertamente, a juzgar por la ovación de tres minutos ininterrumpidos que recibieron el rey y su hija en un ámbito donde son mayoría, habla de un apoyo tácito a la corona. Las voces disidentes parecen ser las del diezmado partido de ultra izquierda cuyos diputados y ministros fueron los únicos ausentes junto con los presidentes independentistas de Cataluña y el País Vasco.

Cuesta en nuestra cabeza republicana entender las razones para mantener la monarquía como forma de gobierno pero al ser espectadores de este tipo de actos vemos como la presencia de los reyes parece trasmitir estabilidad, trascendencia y unidad. No hay fallos en la forma en qué hablan, se mueven, saben que hacer y decir y saben también disimular con elegancia las fallas del protocolo. Son formas, claro. El sustento de una nación es el pueblo a través de sus representantes pero esos personajes reales alejados del barro en que se dirimen las contiendas políticas, da un poco de tranquilidad, por lo menos institucional.

Retrato oficial de la Princesa de Asturias / Web

Claro que no todo es gloria. Para que el hechizo continúe Leonor lo tiene que hacer perfecto. A nadie de 18 años se le pide algo así pero ella carga sobre sus hombros a un abuelo que se fue de cacería con una rubia, a una tía estafadora, a una madre que no se lleva bien con la suegra y a un padre con fama de débil. Y aunque este último hace diez años que está tratando de rearmar el desastre que heredó, no hay espacio para que Leonor vuelva a palacio pasada de copas o haga topless en Ibiza. Ni la España del destape se lo perdonaría.

Leonor recibió las mayores condecoraciones civiles de España: la de los diputados, la de los Senadores y la del Gobierno, la Real Orden de Carlos III y en su discurso de agradecimiento pidió “confíen en mí como yo confío en el futuro de España”. Tendrá que ganársela esa confianza porque el mismo pueblo que hoy agitaba banderas a su paso puede mañana condenarla.

 

La actriz Meryl Streep y la princesa Leonor se admiraron mutuamente

 

Por empezar será ella la que tendrá que impulsar un cambio en la Constitución que ha jurado. El tema de la sucesión y de la prevalencia del varón sobre la mujer ha sobrevolado todo el martes, como un fantasma, el recinto y las mesas de prensa. Es imperdonable que una nación en que la propia presidenta del Congreso habla en lenguaje inclusivo, mantenga un artículo por el cual, en el improbable caso de que el rey tuviera un hijo varón, Leonor dejaría de ser la heredera.

Leonor jura la Constitución / Web

Esta asignatura pendiente pesa. Tanto que la elección del atuendo con que Leonor ha jurado la Constitución Española ha estado cargado de simbolismo. La princesa ha optado por un traje blanco de chaqueta y pantalón, confeccionado por la Sastrería Serna, la misma que viste a su padre. El pelo recogido y la ausencia de grandes joyas, le otorgaba cierto aire andrógino. Como si lo que importara fuera el símbolo y no la persona. El blanco es el color que eligió Letizia cuando se comprometió con Felipe y también el que lució el día en que se convirtió en reina. Puede que haya sido un homenaje a su madre pero también fue el color que caracterizó a las mujeres sufragistas de principios del siglo XX y se ha utilizado, a través de la historia, como símbolo del empoderamiento de la mujer. No sabemos si Leonor pensó en todo esto pero que apareciera tan despojada y de pantalones fue un bombazo no exento de polémica. Con el correr de las horas y viendo que el traje le era funcional a una Leonor segura y aplomada que se movía en los solemnes recintos como pez en el agua, la elección comenzó a tener sentido y al final del día llegaron los aplausos de la prensa especializada por el estilismo.

La reina Letizia hizo todo lo posible para no quitar protagonismo a su hija. Llevó un vestido azul de Carolina Herrera bastante soso y que ni siquiera era estreno. Para parecer aún más pequeña sus tacos apenas alcanzaban los seis centímetros. Se la vio nerviosa y emocionada y tan preocupada porque todo saliera perfecto que al final fue la propia Leonor quien tuvo que consolarla con un abrazo que expresó las palabras que no podía decir “Ma… tranqui que todo va bien”-

La princesa de Asturias entrega el premio a la actriz Meryl Streep / Web

La infanta Sofía es la segunda y ya lo demostraron Harry en Inglaterra y la princesa Alexia en los Países Bajos que son los que tiene la libertad de hacer un poco de lío. Así que llamó la atención no tanto con lo que se puso: un vaporoso vestido de Erdem de casi 2000 dólares. Pero no lo compró sino que lo alquiló. Un guiño a la moda sostenible que no se si compartirán las grandes casas de alta costura de España.

El día finalizó con una cena en el Palacio del Pardo. Y si fue atractiva la transmisión de los actos de la mañana por parte de la RTVE, mucho más nos hubiera gustado que las cámaras captaran el reencuentro de toda la familia del rey después de casi quince años. Estaba la reina Sofía y la familia de Letizia, obvio. Además, de Abu Dabi vino el rey Juan Carlos y de Ginebra, la infanta Cristina. De España y del resto del mundo vinieron primos y tíos segundos y terceros de la princesa Leonor. Entre ellos, durante todos estos años, hubo traiciones, peleas, infidelidades y hasta denuncias por Instagram. Ofendidos, de buena gana o con la peor de las ondas pero acudieron todos al llamado de Felipe VI quien con esta reunión ha demostrado que es el verdadero líder de familia. Lo que hubiéramos dado por ser mosca de palacio para escuchar las conversaciones…

Ojalá lo hayan disfrutado. Desde estas líneas nos sumamos al curioso pero oportuno saludo con que el rey felicitó a su hija “Feliz cumpleaños, querida Leonor. ¡Larga vida y acierto a la princesa de Asturias!

La familia real acompaña a Leonor el día de la jura de la Constitución / Web

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