Estimado lector, muchas gracias por su interés en nuestras notas. Hemos incorporado el registro con el objetivo de mejorar la información que le brindamos de acuerdo a sus intereses. Para más información haga clic aquí

Enviar Sugerencia
Conectarse a través de Whatsapp
Temas del día:
Buscar
Espectáculos |DESTACADO DE LA CARTELERA PORTEÑA

“Yo también me llamo Hokusai”: el actor de Fito surfea su Ola

Iván Hochman, que viene de protagonizar “El amor después del amor” en Netflix, protagoniza una comedia “autoficcional” que tiene mucho propio y mucho prestado, varios recursos y sensibilidad. Es su debut en el unipersonal

“Yo también me llamo Hokusai”: el actor de Fito surfea su Ola

Iván Hochman adaptó y protagoniza “Yo también me llamo hokusai”, una comedia de autoficción que se reestrena en el porteño galpón de Guevara

María Virginia Bruno

María Virginia Bruno
vbruno@eldia.com

24 de Agosto de 2023 | 02:39
Edición impresa

Después de toda la parafernalia que rodeó a “El amor después del amor”, la mega producción que protagonizó para Netflix encarnando al genial músico rosarino, Iván Hochman volvió a sus raíces, el teatro, animándose a un género todavía inexplorado por él, el unipersonal. En “Yo también me llamo Hokusai”, el joven actor, director, escritor y docente toma cosas propias y otras prestadas para hablar sobre el amor, la amistad, el éxito, el fracaso y la búsqueda de nuestro propósito en el mundo.

Se trata de una pieza que tuvo un nacimiento “estratégico”. Hochman recibió el llamado de Ariel, pintor, amigo de sus padres, que le recomendó aprovechar su “minuto de fama” tras hacer de Fito Páez para crear una obra con la que poder demostrar de qué estaba hecho.

Hochman, que pesar de sus jóvenes 29 años tiene un sólido recorrido teatral, no sólo como intérprete (“Karamazov” y “La Mansa” de César Brie; “Éxtasis” y “Chicos, chicos” de Claudio Martínez Bel; y “Mishiadura Bailable” de Manuel Longueira) sino como dramaturgo y director (“Decir te amo es un atentado” y “El Paraíso Perdido”), enloqueció: faltaban menos de dos meses para el estreno de la serie en el gigante on demand y en sus procesos creativos, en general, no existe la quinta, a fondo. Pero esta vez fue diferente, el tren estaba por pasar y se puso en marcha sin demasiada duda existencial.

Amigo de los mejores y socio artístico, Tomás Masariche no titubeó a la hora de ayudar a Iván: él había leído recientemente la obra de José Emilio Hernández Martín, un autor mexicano con el que venía intercambiando conceptos sobre arte, se la comentó y a Hochman, después de devorarla, le fascinó. Abrazados bajo el manto de la “intuición”, se lanzaron a adaptar ese material y lo llenaron de matices personales creando un “híbrido” que, según Iván, se convirtió en el proyecto con el que “más me divertí actuando en mi vida” y en el que, además, es dirigido por Tomás por lo que ¿qué podría salir mal?

La obra, que se estrenó apenas un mes después del desembarco de “El amor después del amor” en el porteño Picadero, en medio del regreso fervoroso por el amor del rock nacional, cuenta la historia de un escritor sin nombre y sin talento al que lo deja la novia para irse a salvar el mundo. Hundido en una profunda tristeza, el escritor decide utilizar su prosa para volver a conquistarla, sin éxito alguno. Finalmente, su obra nunca termina de escribirse y lo que vemos se transforma en una parodia sobre sí mismo.

Licenciado de Artes de la Escritura en la UNA, y formado en actuación en la EMAD y en Realización Audiovisual en el Instituto de Cine Contemporáneo, Hochman dialogó con EL DIA en la previa al reestreno de “Yo también me llamo Hokusai”, que tendrá funciones los miércoles de septiembre y octubre en el Galpón de Guevara, Guevara 326. Las entradas están disponibles en Alternativa Teatral.

-La obra tuvo un proceso creativo muy diferente al que solés atravesar. ¿Qué fue lo más desafiante?

-La experiencia fue muy muy grata pero también muy desafiante. Creo que lo más difícil fue la presión de hacer todo el trabajo en tan poco tiempo. Lo hicimos en un mes y medio y al mismo tiempo todo el desafío de agarrar una obra que no estaba escrita por nosotros y adaptarla para que al mismo tiempo fuera la obra pero que también hablara de nosotros, de mí y de mi proceso creativo y del proceso creativo de Tomás. Entonces, ese híbrido entre las distintas historias que se cuentan -que son la del escritor que escribe una obra para recuperar a su amor; la de Hokusai, el pintor famoso del periodo Edo japonés; y la de Iván con Tomás como amigos y creando esta obra-, hacer que esas historias se cuenten y hablen todas entre sí, fue un desafío muy grande.

-La filosofía de Hokusai, ¿te toca alguna fibra personal?

-Siempre me interesó el arte japonés y todo el universo de cultura general de Japón. Me gusta mucho lo que hace y lo que hizo Hokusai, pero también hay algo que me interesa de su obra “La Ola”, que era un grabado muy artesanal, algo que hizo él en un papiro o sobre unas láminas, y que se transformó en una de las imágenes más reproducidas de la historia, y está en el top 20 de los cuadros más reconocibles, y que está en remeras, tazas, bolsas, lienzos, cuadros impresos. Entonces, algo de ese movimiento de “La Ola” y de reproducción total y de masividad después de haber hecho lo de Netflix me interesaba mucho.

 

“No podíamos hacer una obra personal sin hablar de la serie de Fito. Había un elefante en la habitación que teníamos que abordar”

 

-Cuando trabajás con materiales que están atravesados por tu propia historia, ¿sentís algún cambio en cuanto a la forma de interpretar esos textos con respecto a las ficciones “puras”?

-En general, no todas pero muchas de las obras que hago, que escribo, en las que actúo, se acercan y tocan algo de lo personal. Más que biodrama yo lo llamo autoficción que es “auto” pero “ficción”, es decir, tomo elementos o parto de disparadores muy muy personales y después con eso escribo ficción y me entrego a la escena y a lo que quiero generar más que atarme a lo autobiográfico. Entre esos elementos lo que se genera es un material muy potente porque me interpela, me atraviesa y también creo que al atravesarme y al dejarme atravesar y al mostrar algo muy honesto y muy personal también toca fibras del público y de los espectadores. (...) En “Hokusai” nos impulsó el fenómeno del elefante en la habitación: no podíamos hacer una obra personal sin decir “bueno, pasó esto con la serie de Fito Paez, todos lo sabemos, digámoslo”. Había un elefante en la habitación que teníamos que abordar y lo hicimos así hablando desde nosotros.

-Ahora que pasó un tiempito desde el estreno, ¿cómo analizás ese proyecto?

-Fue muy sorprendente e impactante lo que generó en la gente, sobre todo en términos de emoción: generó una identificación y un vínculo muy personal y eso es hermoso. Yo sabía que estaba haciendo algo que estaba bien, que estábamos dándolo todo, que nos comprometimos mucho, que iba a estar bueno, que iba a tener calidad, pero no sabía que iba a emocionar tanto a la gente, y eso para mí es un regalo, es muy especial, porque no pasa con todas las series, que toque fibras tan íntimas. También creo que el fenómeno se da por la historia del rock nacional, por la historia de un país, por algo muy icónico como “El amor después del amor” que marcó una época y a un montón de personas e influyó en un montón de discos y bandas futuras. También por el nivel de calidad y de producción que tuvo la serie, que es una apuesta bastante atípica en cuanto a la producción audiovisual nacional (...)

-¿Qué balance hacés de tu presente profesional? ¿Qué proyectos tenés a corto plazo?

-Estoy muy contento porque la serie también trajo reconocimiento y eso es muy lindo. Estoy muy comprometido con mi carrera y con mi trabajo hace mucho y lo disfruto, entonces es muy lindo ver lo que está pasando (…) A fin de año sale mi primera novela (“Por qué te vas”, 2020) por Alfaguara, en “El mapa de las lenguas”, que es como una colección latinoamericana de autores y el año que viene va a salir mi segunda novela por Penguin Random House. También estoy escribiendo una serie (estoy armando una coproducción con productoras de toda Latinoamérica), que no sé si voy a actuar, pero posiblemente me gustaría participar como productor. Y estoy escribiendo varios proyectos y coacheando otros. En este momento, me gustaría abocarme más a lo audiovisual, porque teatro hice un montón y ahora estoy haciendo “Hokusai”, que me encanta y con la que quiero seguir viajando, pero también me dan ganas de hacer cosas en teatro pero cuando me importe mucho el proyecto y cuando quiera poner el cuerpo sostenidamente. Ahora que ingresé al mundo del cine y a la industria audiovisual, me dan muchas ganas de escribir mi primera película y dirigirla, y de producir proyectos de serie y de seguir actuando. Así que un poco va por ahí.

Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE

+ Comentarios

Para comentar suscribite haciendo click aquí

ESTA NOTA ES EXCLUSIVA PARA SUSCRIPTORES

HA ALCANZADO EL LIMITE DE NOTAS GRATUITAS

Para disfrutar este artículo, análisis y más,
por favor, suscríbase a uno de nuestros planes digitales

¿Ya tiene suscripción? Ingresar

Básico Promocional

$135/mes

*LOS PRIMEROS 3 MESES, LUEGO $2590

Acceso ilimitado a www.eldia.com

Suscribirme

Full Promocional

$190/mes

*LOS PRIMEROS 3 MESES, LUEGO $3970

Acceso ilimitado a www.eldia.com

Acceso a la versión PDF

Beneficios Club El Día

Suscribirme
Ir al Inicio
cargando...
Básico Promocional
Acceso ilimitado a www.eldia.com
$135.-

POR MES*

*Costo por 3 meses. Luego $2590.-/mes
Mustang Cloud - CMS para portales de noticias

Para ver nuestro sitio correctamente gire la pantalla